EN MEDIO DE LA ANSIEDAD, INVITA A DIOS A ESTAR CONTIGO

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Serie: RESPIRA. Fe en un mundo ansioso

Salmos 150:6

¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!

Es innegable que en la actualidad nos vemos amenazados por LA ANSIEDAD.

Lo que realmente este tener ansiedad:

  • Preocupación extrema
  • Problemas para gestionar el nerviosismo
  • Irritabilidad
  • Cansancio, fatiga
  • Presión en el pecho y dificultades para respirar
  • Dificultad para tragar
  • Insomnio
  • Temblores, tics
  • Dolor de cabeza o estomacal sin motivo aparente
  • Rumiar ideas – pensar en algo sin parar

Para comprenderlo mejor, te voy a leer un cuento.

El cuento

El mensajero de tu ansiedad

Erase una vez un mensajero ansioso que vino de improviso a tu casa en medio de la noche. Te despertó y te saco de la cama. Lo abriste muy molesto y asustado. No reconociste quien era. Solo te parecía un mendigo peligroso que decía cosas que no comprendías. Hablaba en varios idiomas muy confusos y sin parar de gritarte. Y tú, lleno de pánico, lo cerraste la puerta en sus narices. Pero él seguía pulsando una y otra vez el timbre. Y su voz llegaba fuerte hasta tu cerebro desde la calle. Todo era para ti muy violento e indescifrable.

Y aunque sentías dentro de ti mucho miedo, solo lo podías expresar hacia afuera a través de tu enfado. Lo golpeaste y como no conseguías que se fuera, llamaste a la policía. Todo con tal de eliminarlo de tu vida. Pero él siguió viniendo tanto por las noches como por el día. Entraste en pánico, pero él seguía taladrándote con sus gritos y requerimientos.

Pediste ayuda y te explicaron que lo que te molestaba era un tal problema de ansiedad. Y te dieron unas orejeras para no escuchar a esta cosa tan molesta que te visitaba tanto. Pero él, al sentir que no lo escuchabas, empezó a zarandearte con fuerza por todo el cuerpo.

Hasta que un día, no pudiendo soportarlo más, lo miraste de frente y le dijiste: ¿Quién eres? ¿Para qué narices vienes a molestarme?

Y él mensajero empezó otra vez con sus mensajes y tú todo nervioso no pudiste comprender nada y lo volviste a mandar a paseo. Y él seguía viniendo una y otra vez.

Por fin encontraste alguien dispuesto a ayudarte. Te puso enfrente del mensajero de la ansiedad y juntos empezasteis a hablar con él. Tu querías huir, pero tu acompañante te mantuvo allí con mucho cariño. Poco a poco fuiste entendiendo que éste te quería contar algo importante. Pero te resultaba imposible interpretarlo.

Fueron necesarios varios encuentros hasta que descubriste que te traía una buena noticia. Tuviste que relajarte y confiar. Y por fin te abriste a escucharlo atento, facilitando así que el mensajero hablara más claro.

Ahora entendiste su mensaje: «Dentro de tu casa tienes tu gran tesoro ¡Stop! Deja de buscarlo compulsivamente en esto que te daña. Yo me ofrezco a ayudarte a recuperarlo»

Te costó creerlo, pero al final juntos lo buscasteis por lo más escondido de tu casa. Entre los archivos de tu vida. No fue fácil, pero al final localizasteis de nuevo tu tesoro interior. Tu vida cambió y mejoró, y por ello decidiste dar cobijo a esta voz de la ansiedad dentro de ti.

Ahora está no grita, pero cuando te llama para algo, tú vienes rápido a escucharla porque sabes que te quiere avisar de algo importante.

Te das cuenta al fin de que solo es posible comprender que es la ansiedad si permites que está habite en tu cuerpo y sea tu timbre de emergencias. Ya que la ansiedad es en realidad una parte fundamental de ti.

TENES QUE APRENDER A ESCUCHAR EL DOLOR

Escucha el dolor

¿Por qué sufrimos, porque sentimos dolor?

Mucha gente se queja, de vivir una vida de sufrimientos, de dolor, sin comprender que el dolor es bueno, el dolor nos mantiene vivos, si no sintiéramos dolor, nos moriríamos…

Un dolor tan tonto como un dolor de muelas te puede matar, el dolor te está diciendo… aquí algo no funciona bien.

Un simple dolor de muelas, nos puede llevar a la muerte. Una simple carie, comienza por un dolorcito, luego el dolor aumenta porque se convierte en infección, luego la infección pasa a la sangre y terminas muerto.

Hay gente que dice, esto no va hacer nada, voy a aguantar hasta que pase el dolor… y pasa el tiempo y el dolor solo aumenta, y cuando va al dentista, tiene que matar el nervio, hacer el conducto, poner perno, corona. total $30.000 por algo que hubiese sido una simple pasta a tiempo.

-Pero no es que el tiempo cura todo? … El tiempo lo empeora.

Hay gente que dice, voy a hacer algo para distraerme y calmar el dolor. Y va a escuchar música, hacer gimnasia, meditar, tomar te, ponerse alcohol en la muela, a orar…etc, hacen cosas que solo calman el dolor, pero el problema sigue ahí.

Porque ese dolor te esta diciendo, tenes que ir al dentista.

Pasa lo mismo con el dolor emocional, porque a nuestro cerebro le interesa mantenernos vivos, no felices, vivos, entonces envía el dolor para que reaccionemos.

Si vas a trabajar, y te angustia el trabajo, y te cansa, y sufris cada dia que tenes que ir a trabajar, ese sufrimiento te esta diciendo… tenes que cambiar de trabajo o de actitud.

O si tenes problemas con tu pareja y preferís estar trabajando hasta tarde, y te cuesta volver a tu casa, ese malestar te esta diciendo que hay algo que tenes que resolver…

Si las ignoramos, las tapamos, el problema sigue estando ahí.

El dolor es bueno, todas las emociones son buenas y nos mantienen vivos, EL ASCO es bueno, imagínate si no sintieras asco, te comes el pollo podrido y maloliente.

Si algo te está provocando ansiedad, tristeza o angustia, te está reclamando un cambio.

Que tormenta esta sacudiendo tu vida

Marcos 4:35–41

“Al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: «Crucemos al otro lado del lago». Así que dejaron a las multitudes y salieron con Jesús en la barca (aunque otras barcas los siguieron). Pronto se desató

una tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua.

Jesús estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en una almohada.

Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron.

Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas:  «¡Silencio! ¡Cálmense!».  De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma.  Luego él les preguntó:  «¿Por qué tienen

miedo? ¿Todavía no tienen fe?». Los discípulos estaban completamente aterrados. «¿Quién es

este hombre? —se preguntaban unos a otros—. ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!»”.

 

Todos nos sentimos ansiosos a veces. Ese nudo en el estómago o un miedo persistente cuando te enfrentas a un desafío, suele ser la respuesta natural de tu cuerpo al estrés o la presión.

La ansiedad es un sentimiento que todos, en cualquier etapa o experiencia, llegamos a enfrentar.

 

La ansiedad puede parecer un problema real, y a veces lo es. Pero aquí está lo significativo para recordar: la ansiedad existe para alertarnos sobre algo importante; podría estar diciéndonos que algo está mal o en peligro y producirnos cierta inseguridad. Podría estar alertándonos algo sobre nuestros cuerpos, nuestras relaciones, o sobre necesidades básicas como la alimentación y el sueño. La clave es que aprendamos a escuchar

¿Dónde esta Dios en los momentos de ansiedad?

¿Dónde está Dios trabajando en medio de mis momentos de ansiedad? …

en medio de la presión que tengo encima? …

cuando no puedo dormir a la noche…

cuando como desordenadamente, como tragando los problemas …

¿Dónde esta Dios en esos momentos?

Dios esta ahí, en ese ansiedad, esperando que escuches, que escuches lo que quiere decirte…

Cuando la ansiedad toma control de nuestras vidas, nos sentimos en medio de la tormenta, parece que nos hundimos

Como enfrentar la ansiedad

  1. Tomar conciencia de la presencia de Dios

Encuentra un lugar tranquilo, lejos de distracciones.

  1. Tomar unos minutos para respirar, relajarte e invitar a Dios a estar presente contigo.

Repasa el día con gratitud. ¿Cuáles son las cosas buenas que han sucedido hoy? ¿Por cuáles razones puedes estar agradecido?

  1. Prestar atención a tus emociones.

¿Qué momentos a lo largo del día han sido difíciles o tensos? ¿Dónde está Dios trabajando en medio de mis momentos de ansiedad?

¿Qué podría Dios o la ansiedad estar tratando de decirme?

  1. Perdonar y pedir perdón.

¿Con quién estoy enojado o frustrado? ¿Hay cosas que pueda perdonar y dejar ir para tener paz? ¿Por cuáles razones me gustaría ser perdonado?

  1. Mirar hacia el mañana.

¿Cómo puede ser diferente el mañana? ¿En qué me gustaría pedirle a Dios que me ayude?

 

El kintsukuroi,

es el arte japonés de recomponer lo que se ha roto, cuando una pieza de ceramita se rompe, los maestros ceramistas las reparan cuidadosamente rellenando sus grietas con oro. De este modo resaltan su reconstrucción.

Estos japoneses no ocultan lo roto, lo destacan, para enseñar la fragilidad de las cosas, pero también la fortaleza y la belleza de la reconstruccion.

Las cicatrices son signos de nuestra debilidad, pero también demuestran que fuimos mas fuerte que el dolor

 

Analiza las palabras de Jesús en diferentes versiones bíblicas:

“Luego dijo Jesús: Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso”.

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”

“Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar”. “

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Mateo 11:28

 

Pr. Alberto Antunez

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